Durante tantos milenios como llevan existiendo, los humanos no han comprendido en realidad qué es el amor. ¿Cuánto hay de físico y cuánto de mental en todo eso?¿Cuándo es accidente y cuándo destino?¿Por qué se destruyen parejas que son perfectas y funcionan otras que parecen imposibles? No conozco las respuestas mejor que ellos. El amor está simplemente donde está.


Before I go to sleep...

Esa rabia interior que te dice no. Que no sigas. Que por allí no vas bién. Que te vas a estrellar. Y chilla. Pero a tí te la suda. Así, sin más. Te la suda tres pares de cojones. Porque tu vas por la vida pensando en lo que sientes y no en lo que necesitas. Y sabes que te esfuerzas, y te esfuerzas, y te esfuerzas y te sobreesfuerzas cada día un poquito más. Pero ¡que más da! Ya habrá alguien que recoja los pedacitos. Pero, ¿eso crees?¿Lo habrá?¿Que pasa si el día de mañana te encuentras sólo? Pero eso ya no importa porque ya no piensas en tí. Tu sólo sigues, viviendo por él. Creo que es la frase más cierta que he dicho desde hace muuuucho tiempo. Vivir por él. Eso es lo que haces. Pero ¿què te pasa? Despierta coño. Que ya no estamos en primaria. Esto es el mundo real. La gente te usa y te tira. La gente te ayuda, te necesita, te abandona, te exige, te chilla, te abraza. Bueno y malo. ¿Qué más da? Lo bueno puede hacer más daño que lo malo. Y que decir, ¿si no paras de ver puntos de inflexión y sudar de ellos absurdamente? ¿De qué coño sirven entonces? ¿Para qué pone tu mente los puntos de inflexión? Cómo pase esto... Si no hace eso... Como mañana no venga... Si puede hacer esto por ellos y no por mí... De mañana no pasa... ¿Para qué? Dime. ¿Para qué? Eres una estúpida. Estúpida, estúpida, estúpida. Tu misma te estas diciendo que no puedes más y te despiertas preocupada con perderlo. Eres ambigua, bipolar, caótica, desordenada, eres una... eres una piensa/siente. Pero piensa. Te lo digo en serio. Piensa. Y por una vez, por favor, hazle caso a tu cerebro y no a tu corazón, que el corazón sufre los desengaños, pero es el cerebro el que los recuerda.