A veces creo que estoy muerta. Soy cómo un zombie en busca de algo que le haga sentirse vivo. Como en esas películas que nos hacen tanta grácia. Sólo que esto no es gracioso.
En días cómo hoy te sientes tan raro y tan desanimado que no crees que haya nada que pueda ayudarte a sonreir. Sonreir como antes, no con los labios, sino con el alma.
Mi madre siempre me decía: "Eres tan feliz! No lo entiendo, siempre estás ríendo!" Y dime, mamá. Dónde cojones -con perdón- se ha quedado tu sonrisa? Dónde está? Por qué te has resignado a dejar de buscarla conformandote con no llorar?
Sabes, mamà? Una sonrisa no compensa una làgrima, del mismo modo que no llorar no compensa no sonreir.
Reconozco que tengo demasiadas cosas en la cabeza. Talvez soy menos egoísta de lo que me pensaba pero... Me gustaría que fueras feliz.
Y yo? Tengo muchos años para buscar mi felicidad. Además, siempre he dicho que la felicidad, mejor en pequeñas dósis.
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