Durante tantos milenios como llevan existiendo, los humanos no han comprendido en realidad qué es el amor. ¿Cuánto hay de físico y cuánto de mental en todo eso?¿Cuándo es accidente y cuándo destino?¿Por qué se destruyen parejas que son perfectas y funcionan otras que parecen imposibles? No conozco las respuestas mejor que ellos. El amor está simplemente donde está.


Brujas

Elisa era un poco bruja. Pero bruja en el buen sentido de la palabra, de esas que hacen mágia y esas cosas... Tenia la mala costumbre de guardar la esencia de cada uno de sus amantes y meterla dentro de objetos de su alrededor. Aunque meter a su amante francés como ducha no fué muy buena idea. Cada ducha era tan relajante y sensual que se pasaba horas bajo el agua. Y luego la factura le dolía entre la primera y la segunda costilla. A veces, los transformaba en jarrones. Decía que esos eran los de buen ver, pero de nada en el interior. Elisa era pura mágia. Aunque yo era su amigo y no quería nada más. ¿Sabéis? Me daba miedo pensar en que inútil objeto me convertiría.

2 comentarios:

  1. Vaya, estaba ojeando un poco tu blog y esta entrada me ha sorprendido. Es mágica, y nunca mejor dicho. Una gran simpleza que consigue sacarte una sonrisa. Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Zulema!! :)

    Creo que, en verdad, todas somos un poco brujas :)

    ResponderEliminar