Durante tantos milenios como llevan existiendo, los humanos no han comprendido en realidad qué es el amor. ¿Cuánto hay de físico y cuánto de mental en todo eso?¿Cuándo es accidente y cuándo destino?¿Por qué se destruyen parejas que son perfectas y funcionan otras que parecen imposibles? No conozco las respuestas mejor que ellos. El amor está simplemente donde está.


Que si lo necesitas, te lanzo todo mi amor.

Otro día salió. Más tranquila tal vez y, mientras se dirigía a la barandilla, a volar libre por unos momentos, creí que me miraba y me sonreía. Me pareció algo tan surrealista que me caí de la repisa de la ventana. Cuando volví a subir, ella no me miraba. El sol empezó a ponerse, acariciando su pelo pelirojo. Se abrazó a si misma y yo le lanzé todo mi amor con un tirachinas, quería volver a verla sonreír. A mi sorpresa, me dio la espalda y entró en la casa. Al cabo de unas dos horas, un pájarito con el pecho del mismo rojo que su pelo, me dijo que había conseguido dormirse por fin, y que seguro que mi amor le velava los sueños.

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